Descubriendo el Adriático a Bordo de Corsario
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Descubriendo el Adriático a Bordo de Corsario:
Experiencia de un Viaje FAM de Cinco Días
Ignacio Peluffo
Ignacio disfruta de la navegación desde chico en el Rio de la Plata.
Estudió derecho y ejerció durante 7 años. Luego de vivir en San Pablo volvió a Buenos Aires decidido a darle un giro a su carrera y se incorporó al equipo de Dawe en el año 2014.
Habiendo recorrido el Mediterráneo y el Caribe en barco tiene un conocimiento acabado de las embarcaciones y los destinos.
Recientemente tuve el privilegio de unirme a un grupo selecto de colegas brokers de yates en un viaje FAM a bordo de Corsario
Día 1: Embarque y Exploración de la Isla de Brač
Nuestra aventura comenzó en Split, donde abordamos el Corsario y fuimos recibidos por la cálida tripulación. Después de una breve charla de bienvenida, navegamos hacia la tranquila bahía de Kupinova Luka, en la isla de Brač, donde disfrutamos de paddle surf, kayak, natación y probamos el seabob.
El almuerzo de ese día marcó el inicio con un alto estándar, ya que degustamos platos que le valieron al chef de Corsario el segundo lugar en la competición de chefs de CROYA Yacht Show. Cada bocado fue un testimonio de la habilidad y creatividad del equipo de cocina, perfectamente acompañado de vinos croatas que realzaban los sabores locales.
Esa noche visitamos el encantador pueblo de Komiža en la isla de Vis. Tras recorrer las pintorescas calles del pueblo, regresamos al yate para disfrutar de una cena extraordinaria de cuatro platos, que incluía dos tipos de pescado preparados de diversas formas. Maridamos la comida con diferentes tipos de vinos, y al finalizar, probamos los Signature Cocktails de Corsario, cada uno elaborado a la perfección, lo que puso el broche de oro a una velada memorable. Anclamos para pasar la noche cerca de Borovac, en el archipiélago de las islas Pakleni.
Día 2: Hvar, Delicias Culinarias y un Ambiente Nocturno
Comenzamos la mañana con un paseo panorámico por la ciudad de Hvar, seguido de una caminata hasta el castillo. La caminata de 30-40 minutos nos recompensó con vistas espectaculares, y encontramos tiempo para comprar algunos souvenirs en el camino de regreso. Luego, navegamos hacia la bahía de Gracisce, cerca de Starigrad, para disfrutar de un baño y un delicioso almuerzo preparado por el Chef Luka, que nos deleitó con sabores variados como rump steak, risotto negro y atún a la parrilla.
Esa noche, anclamos en la bahía de Tiha y nos vestimos para una cena formal bajo las estrellas. El área de comedor estaba ambientada como una sala de póker, con Frank Sinatra de fondo. La comida comenzó con veal cheeks (carrilleras de ternera) que estaban simplemente extraordinarias, tiernas y llenas de sabor. Para culminar, disfrutamos de un reconfortante apple pie acompañado de helado de vainilla casero. La cálida tarde fue perfecta para relajarse en el jacuzzi de Corsario, mientras algunos disfrutaban del sauna, lo que reforzaba el atractivo del barco como un oasis flotante.
Corsario es un impresionante motovelero de 48 metros.
Este viaje nos permitió explorar sus lujosas comodidades, conocer a su excepcional tripulación y comprender a fondo el alto nivel de servicio y los itinerarios únicos que ofrece a los clientes que desean descubrir la belleza del Adriático.
Día 3: Paseos en Starigrad y una BBQ en el Acantilado
El día comenzó con una visita a Starigrad, donde paseamos por las hermosas calles y absorbimos el ambiente local. El almuerzo fue ligero y refrescante, con una variedad de aperitivos y ensaladas, ideal para un día de exploración.
Luego navegamos hacia la bahía de Sinjava para disfrutar de una cena BBQ. Aquí, el Capitán Jure demostró su maestría al anclar el Corsario entre las rocas, permitiéndonos cenar en una casita privada en el acantilado.
La terraza nos ofrecía una hermosa vista de Corsario, creando el ambiente perfecto para una cena relajada acompañada de vino argentino que había llevado para compartir. Para el postre, degustamos una tarta de queso inolvidable—quizás una de las mejores que he probado en mi vida. Dario estuvo presente con nosotros toda la noche, siempre atento y sonriente, asegurándose de que tuviéramos todo lo necesario para disfrutar la velada.
Día 4: Deportes Náuticos y una Cena Íntima de Despedida
Después de explorar el pueblo de Jelsa en la mañana, navegamos hacia la bahía de Uzavrace, en la isla de Brač. Aquí, disfrutamos de todos los deportes náuticos de Corsario, incluyendo wakeboard y saltos desde la cubierta del yate. Fue un día perfecto para la aventura, con todos aprovechando las aguas cristalinas y las instalaciones del barco.
Esa noche, atracamos en Milna y disfrutamos de una comida rústica pero deliciosa en Konoba Ziza, una taberna local cerca de Donji Humac.
Cocinaron PEKA, un plato local típico cocinado lentamente. Fue una noche de gratitud y relajación, donde compartimos historias con la tripulación y les expresamos nuestro agradecimiento por su arduo trabajo. La noche se completó con platos croatas sencillos pero sabrosos, culminando un día de aventura y compañerismo.
Día 5: Despedida y Reflexiones Finales
Nuestra última mañana a bordo de Corsario estuvo llena de satisfacción y nostalgia mientras desembarcábamos en Zapadna Obala en Split. El viaje FAM había sido una experiencia increíble, revelando la belleza del Adriático y mostrando la capacidad de Corsario para ofrecer una experiencia de charter inigualable.
La Tripulación: Corazón y Alma de Corsario
Aunque el yate y el itinerario fueron espectaculares, fue la tripulación la que realmente hizo que esta experiencia fuera inolvidable.
Quiero hacer una mención especial a Magdalena, cuya radiante sonrisa y cálida personalidad iluminaron cada día. Siempre dispuesta a ayudar, se aseguró de que nos sintiéramos como en casa. La sous chef Ivana nos sorprendió cada día con sus deliciosos postres, agregando una nota dulce a nuestras comidas de lujo. Luka, el chef, nos impresionó constantemente con su excelencia culinaria, elevando cada experiencia gastronómica a bordo.
El Capitán Jure, con su profundo conocimiento del Adriático, navegó con una habilidad impresionante que apenas notamos los fuertes vientos en uno de los días, garantizando un viaje suave y placentero.